Sevilla es una ciudad para el deporte
Sevilla es una ciudad que anima a la práctica del deporte. El buen tiempo que acompaña la mayor parte del año invita a realizarlo, además, al aire libre. Por este motivo, son muchos los viajeros que eligen dedicar parte de su tiempo en la ciudad a ejercitarse. La oferta de la capital hispalense es muy variada, con una extensa red de instalaciones e infraestructura para que los amantes del ejercicio puedan elegir la actividad que mejor se adapte a sus gustos y necesidades.
El footing es el deporte rey por su sencillez. Solo se necesitan unas zapatillas, ropa cómoda y salir de casa. Lo mejor, mientras se practica, es admirar la belleza de la ciudad durante la ruta. Pero hay otras actividades que, siendo menos populares, cuentan con muchos adeptos y también tienen su espacio en Sevilla. Te proponemos cinco y tú eliges el que mejor se adapte a ti.
Surfear el asfalto
Sevilla tiene un extenso carril bici que se extiende a lo largo de 180 kilómetros. Por eso, la ciudad está entre las mejores urbes europeas para el ciclista. Para los amantes de las ruedas, este es un paraíso que, además, recorre los principales monumentos, como La torre de Oro o la Catedral. Aunque su propio nombre da pistas sobre a quién va dirigido, también es popular entre los fans de los patines en línea. Esta es, sin duda, una manera original y estimulante de disfrutar del paisaje hispalense. Si lo deseas, puedes practicarlo por tu cuenta o, también, hay varias agrupaciones que convocan quedadas ciertos días de la semana para realizar rutas en grupo.
Patinar frente al río
El skatepark de Plaza de Armas está siempre a rebosar de amantes de este deporte. Se encuentra situado en un enclave envidiable, a orillas del río Guadalquivir. El recinto está dividido en dos partes, una de ellas con focos para la noche, lo que permite disfrutar cuando cae el sol. Cuenta con todos los requisitos para volverse loco sobre la tabla: escaleras con barras cuadradas y en sus lados hubbas, quarters, una pirámide y un cajón a dos niveles. Está indicado para un nivel medio-avanzado, pero si quieres iniciarte, varias escuelas ofrecen sus servicios.
Desplazarse sobre el agua
Es, sin duda, el deporte de moda y también tiene su espacio en Sevilla. Las aguas tranquilas del Guadalquivir y su gran envergadura hacen de este, uno de los mejores lugares del mundo para las prácticas acuáticas como el remo, el piragüismo y, también, el paddle surf. Si dispones de material, puedes incorporarte desde cualquiera de los embarcaderos disponibles, pero, si finalmente no encontraste espacio en la maleta, hay varias empresas que se encargan de facilitar lo necesario para disfrutarlo y, si lo deseas, también se imparten clases a los iniciados.
Subirse por las paredes
Quizás ya conozcas el puente de Triana, construido entre 1845 y 1852 por los ingenieros franceses Gustavo Steinacher y Ferdinand Bennetot, por su belleza arquitectónica. Pero pocos saben que, además, en uno de sus arcos se practica la escalada urbana. Sus paredes, formadas por sillares de roca arenisca de las canteras de Carmona, han sido punto de encuentro entre escaladores desde 1990. Hay que advertir de que está dirigido a profesionales, ya que no dispone de las pertinentes medidas de seguridad. Por su parte, también, otro enclave popular se encuentra en uno de los laterales del puente del Alamillo. Este es más grande y está mejor acondicionado, por lo que es común la afluencia de amantes de la actividad.
Desafiar al viento
El parque del Alamillo es uno de los pulmones de Sevilla con sus más de 140 hectáreas de zona verde y hermosos lagos. Allí se realizan actividades culturales, de ocio y deportivas. Una de estas prácticas es el wakeboard, que consiste en desplazarse sobre una tabla impulsada por una lancha sujeta a un cable largo. Este es uno de los deportes que más adrenalina genera y que, además, por su situación, sirve para liberarse del calor que asola en la ciudad los meses de verano. Se puede realizar en familia, ya que los niños, a partir de los cinco años, pueden participar.