Sevilla y las tunas en la Inmaculada: una mezcla entre tradición, historia, religión y mucha música
El día 8 de diciembre se celebra el día de la Inmaculada Concepción. Una fecha destacada que hace honor al nacimiento de la Virgen María, y en Sevilla va de la mano de la tradición de las tunas, que continúa viva desde hace más de 60 años. Pero, ¿en qué consiste este histórico festejo? Sigue leyendo y no te pierdas ningún detalle.
Una tradición histórica en honor a la Virgen y a la música
Desde sus inicios en 1952, estas tunas se referían a grupos organizados de jóvenes de las distintas facultades universitarias que iban a cantarle a la Virgen al monumento de la Inmaculada, ubicado en la Plaza del Triunfo. La Tuna de Peritos Industriales fue la primera que se acercó al monumento de la Inmaculada a cantarle, lo que supuso que el cardenal Segura otorgara el fajín blanco a esta tuna, la pionera en hacer el canto a la Virgen en el monumento. Y hoy día, sigue siendo la única que lo lleva. Sin embargo, esta tuna no fue la primera que convirtió esta celebración en un acto periódico. La Tuna de Medicina sí fue la pionera en repetir este acto cada año, y hoy en día son más de 10 agrupaciones las que llenan la ciudad de Sevilla de música en una ofrenda a la Virgen durante la noche del 7 de diciembre. Una fecha en la que el disfrute está garantizado para aquellos que vengan a visitar la ciudad y en un emplazamiento inmejorable, enmarcado por la Catedral de Sevilla, el Archivo de Indias, Reales Alcázares y la Casa de la Provincia.
Unión, costumbres y buen ambiente
La celebración de la Inmaculada y las tradicionales tunas han adquirido un papel trascendente en el panorama nacional. Tal es así, que tunos de toda España acuden para disfrutar de esta fiesta el fin de semana, incluso días antes de la propia festividad. Además, podrás disfrutar del ambientazo que se respira en las calles desde la tarde-noche, ya que muchos tunos salen a celebrar y cenan por distintos locales del centro de Sevilla. Y algo muy importante a destacar es que este festejo no entiende de generaciones, sino que aglutina tanto a jóvenes como adultos. Desde el más mayor hasta el más novato, tiene su hueco reservado para formar parte de esta fiesta tan característica.
Cánticos a monumentos y un itinerario que no puedes perderte
Cada tuna tiene sus propias costumbres. Tanto el día 7 por la noche, como el día de antes y después, son muchos los que deciden cantarle al monumento de Don Juan Tenorio, Placita de Santa Marta, el Arco del Postigo o la Puerta del Banco de España. Y por supuesto, un indispensable es la llegada al monumento en pasacalles, ya desde el pasillo de entrada. El orden de actuación en la ofrenda sigue una organización basada en la antigüedad de las tunas, por lo que la encargada de iniciar la ofrenda es la Tuna de Medicina. Esta abre el acto con el replique de las campanas de la catedral a las 00:00h.
La duración de cada tuna es de 15 minutos, y cada intervención se realiza de forma seguida y continuada a la anterior. Te recomendamos que si quieres tener buena visibilidad, acudas al acto con tiempo suficiente y busques sitio en la zona más cercana al monumento. ¡No olvides ir bien abrigado!
Cada vez son más los visitantes que acuden desde otras partes de España y del mundo para asistir a este acto. Te aseguramos que se te pondrán los pelos de punta con el ambiente y la emoción que se respiran en esta noche tan especial de diciembre.