Sabores de Cuaresma: una ruta por los bares cofrades de la ciudad

La relación de los sevillanos con los bares es un reflejo de la rica cultura social de la ciudad. Ya sea disfrutando de tapas en una barra o compartiendo cervezas en una terraza, cada visita a un bar se convierte en una experiencia única. Existe una gran variedad de bares en Sevilla, desde los clásicos y tradicionales hasta los más modernos. Ahora bien, ¿qué sucede cuando la gastronomía se encuentra con la devoción en una ciudad como Sevilla? Ahí es donde aparecen los bares cofrades.

En esta ciudad que late con intensidad, la pasión por los bares es un componente esencial. Estos establecimientos no solo son puntos de reunión para los amantes de la Semana Santa, sino que también ofrecen una experiencia gastronómica que destaca las tradiciones culinarias locales, con especial énfasis en platos típicos de la Cuaresma. Los bares cofrades son lugares llenos de tradición y sobre todo mucho sabor.

A continuación os recomendamos una selección de los mejores bares cofrades para vivir las vísperas de la Semana Santa.

1. Casa Ricardo

Casa Ricardo es más que un bar; es un templo del tapeo clásico sevillano. Entre sus paredes adornadas con fotos de hermandades y estampitas que han ido dejando sus clientes desde hace décadas, se saborea la tradición de la gastronomía sevillana. Este rincón del barrio de San Lorenzo ofrece un ambiente cofrade todos los días del año y el sonido ambiental son marchas procesionales.

Sus célebres croquetas de jamón, se transforman durante la Cuaresma dando paso a las croquetas de bacalao, manteniendo así la tradición de no comer carne. Este cambio exclusivo ocurre únicamente los días de vigilia, es decir Miércoles de Ceniza y todos los viernes de Cuaresma hasta el Viernes Santo.

2. La Fresquita

Muy cerca de la Catedral, en la Calle Mateos Gago se encuentra La Fresquita. Esta taberna cofrade abrió sus puertas en 1993, desde entonces son muchos los clientes que paran por aquí a diario.

El olor a incienso, su inconfundible tirador de cerveza con el costalero y el sonido inequívoco de la Banda de Cornetas y Tambores de la Centuria Romana de la Macarena forman parte de la esencia de este lugar. Su barra, testigo de incontables conversaciones ofrece una selección de tapas de toda la vida como las espinacas con garbanzos, el menudo de ternera, la carne con tomate o el montadito de pringá.

3. Matacandela

Matacandela es uno de los bares de más reciente incorporación al amplio elenco de los bares cofrades sevillanos. Situado en pleno centro de Sevilla, este restaurante ofrece una carta tradicional pero con una presentación muy cuidada, ideal para aquellos que quieran disfrutar de un plato típico pero refinado. 

El local está meticulosamente decorado, incensarios y túnicas de nazareno cuelgan del techo, entre sus paredes encontramos cíngulos, carteles antiguos de Semana Santa, candelabros y sus mesas son parihuelas. Para comer recomendamos el bacalao frito con tomate, además podrás encontrar de postre pestiños y torrijas durante todo el año.

4. La Chicotá

Este emblemático bar, ubicado en el corazón del barrio de La Calzada frente a los Caños de Carmona, atrae a locales y visitantes por igual. Abrió sus puertas en 1983, desde entonces es el punto de encuentro de hermanos y vecinos de San Benito.

En La Chicotá, la cuenta atrás para el Martes Santo es más que una tradición, es parte de su identidad y su arraigo en la vida diaria del barrio, convirtiéndolo en un lugar único.

Entre sus platos estrella están las costillas al tomillo y su inconfundible montadito de bacalao con salmorejo. Este local también es conocido por sus famosos caracoles cuando llega la temporada.