Curiosidades

¿Sabías que… la portada de la Feria de Sevilla tiene más bombillas que la Torre Eiffel?

Cada año, Sevilla se viste de fiesta con la Feria de Abril, y su icónica portada ilumina el Real de la Feria con un espectáculo de luz que supera en bombillas a la mismísima Torre Eiffel. Este arco monumental, que da la bienvenida a miles de visitantes, es mucho más que una entrada: es un símbolo de la ciudad. Pero, ¿por qué brilla tanto?

La portada, un espectáculo de luz

La portada de la Feria de Sevilla, que cambia de diseño cada año, es famosa por su impresionante iluminación. Mientras que la Torre Eiffel cuenta con unas 20.000 bombillas para deslumbrar París, la portada sevillana puede llegar a incorporar hasta 25.000 bombillas, dependiendo del diseño. Estas luces, combinadas con farolillos y detalles arquitectónicos, crean un ambiente mágico que marca el inicio de la fiesta.

Cada bombilla se coloca cuidadosamente para resaltar los motivos del diseño, que suelen rendir homenaje a la cultura sevillana, como monumentos, tradiciones o figuras históricas. Este despliegue lumínico no solo embellece, sino que también refleja el espíritu alegre y vibrante de la Feria.

Un símbolo efímero con gran impacto

La portada no es una estructura permanente: se construye y desmonta cada año en el Real de la Feria, en Los Remedios. Desde su origen en el siglo XIX, ha evolucionado de simples arcos de madera a complejas estructuras de metal y luz. Su diseño es elegido mediante un concurso, y artistas locales compiten por crear una obra que represente el alma de Sevilla.

Pero la iluminación no se limita a la portada. Como curiosidad, si sumamos las bombillas de la portada, los farolillos de las calles del recinto y las luces de las casetas, la Feria de Abril puede llegar a superar las 250.000 luces en total. Este mar de destellos convierte el Real en un espectáculo nocturno inolvidable, donde los farolillos dibujan un cielo estrellado sobre los sevillanos.

Un legado que ilumina Sevilla

Aunque la portada solo brilla durante una semana, su impacto perdura en la memoria de quienes la visitan. Cada año, los sevillanos esperan con ilusión descubrir el nuevo diseño y ver cómo las luces transforman la noche. La Feria, con su portada como estandarte, es un recordatorio de la capacidad de Sevilla para celebrar la vida.

Si pasas por el Real de la Feria, detente bajo la portada y déjate envolver por sus miles de bombillas. ¡Es un brillo que eclipsa incluso a los monumentos más famosos del mundo!