Ruta por murales y grafitis de Sevilla

Si algo define la ciudad de Sevilla es su identidad polifacética. Y es que no importa dónde vayas, pues siempre habrá elementos tan dispares y a la vez tan en consonancia que no dejarán duda alguna sobre la simbiosis perfecta entre tradición y vanguardia que caracteriza a la capital sevillana. 

Muchos consideran Sevilla como una ciudad tradicional en valores, en historia y sobre todo, en arte. Sin embargo, nada se aleja más de la realidad. Si bien es cierto que en Sevilla predominan los elementos artísticos como el mudéjar o el gótico, la ciudad ha ido evolucionando y moldeándose a las nuevas tendencias artísticas de este siglo, como es el caso de los murales callejeros y grafitis. Y todo ello sin renunciar a sus principios estilísticos y artísticos. 

Los murales y grafitis que decoran las calles de la metrópoli hispalense son el claro ejemplo de que la tradición puede coexistir a la perfección con la vanguardia. Esta nueva forma de expresión artística, además, aporta un valor añadido a la ciudad, abriéndose a todo tipo de públicos que quieran deleitarse con el lado más urbano del arte. 

Para que tú seas uno de ellos, aquí te traemos una ruta por los murales y grafitis más significativos de la ciudad. Ahora sí que sí: el arte está en todas partes.

Camina, observa y disfruta

Vamos a empezar por uno de los grafitis más emblemáticos y más característicos de Sevilla: el de la estación de autobuses Plaza de Armas. Es un enorme y colorido mural que, según uno de sus autores, «representa a un ángel que, desde el cielo y con una especie de arma en alusión a la Plaza de Armas, cuida de un niño dormido que está soñando con Sevilla». 

Además, la ciudad cuenta con un verdadero hall of fame en cuanto a este arte urbano se refiere. Y la calle Rey Juan Carlos I es una clara prueba de ello. Aquí podrás encontrar todo tipo de creaciones artísticas que dotan a los murales sevillanos de una decoración auténtica y sin igual. Este gran paseo de tres kilómetros comienza en el parque del Alamillo y termina en el Skate Park que se encuentra junto a la estación de Plaza de Armas. Sin embargo, estos murales cobran vida propia al estar en continuo cambio. Unos son sustituidos por otros nuevos, adaptándose constantemente al ritmo vital de la ciudad, evolucionando con ella. Y en este cambio se encuentra también la belleza de este arte: volátil, inesperado y moldeable. 

Paredes urbanas transformadas en galerías de arte

Los murales y grafitis que decoran la ciudad también los podemos hallar en lugares como el Polígono San Pablo, Pino Montano o el parque junto a la estación de Santa Justa. En el Polígono San Pablo, por ejemplo, numerosos artistas del mundo del grafiti han dado vida a las calles del barrio y las han convertido en una verdadera galería de arte. Josh Sarantitis, procedente de Nueva York, es uno de los artistas que ha dejado su huella en la zona: en su mural dibuja un río seco, que representa las dificultades que ha sufrido España a lo largo de la historia, y un niño que lleva bolas de conocimiento al otro lado del río, que es donde se encuentra el futuro. 

Otro de los murales que decoran las calles del barrio es el de la artista Nena Sánchez. En su obra pinta mujeres con el rostro azul llevando libros sobre sus cabezas, que representan la educación y, sobre estos libros, dibuja el mundo. El conjunto de su obra nos muestra un claro mensaje: mediante la educación se conquista el mundo.

El arte callejero

En Pino Montano también podemos encontrar multitud de grafitis hechos por artistas callejeros. En ellos juegan con los distintos aspectos de la vida diaria, mostrándonos tanto a personas y animales como mensajes de distintas tipografías. 

Así, los grafitis se han convertido en muchas ocasiones una especie de salvavidas para algunos espacios: aquellos que estaban deteriorados han renacido como obras llenas de color y vida. 

Por ello, no dudes en recorrer la ciudad hispalense con los ojos bien abiertos. A cada paso que des, puedes encontrar arte en todas sus formas: desde el más tradicional al más moderno. Solo tienes que disfrutar del camino.