¿Sabías que... en Sevilla existió un acueducto romano de 17 kilómetros?
La ciudad de Sevilla albergó en su pasado un impresionante acueducto romano de 17 kilómetros de longitud, conocido como los Caños de Carmona.
Esta monumental obra de ingeniería fue esencial para el abastecimiento de agua de la antigua Hispalis.
Un legado romano con influencias almohades
Construido entre los años 68 y 65 a.C., durante la época en que Julio César fue cuestor de la ciudad, el acueducto se convirtió en una pieza clave en la infraestructura romana de Sevilla.
Posteriormente, en 1172, el califa almohade Abu Yaqub Yusuf ordenó su reconstrucción, asegurando así su funcionamiento durante siglos.
Desde Alcalá de Guadaíra hasta el corazón de Sevilla
El acueducto comenzaba en el manantial de Santa Lucía, ubicado en Alcalá de Guadaíra, y se extendía hasta la Puerta de Carmona en Sevilla.
Su recorrido combinaba tramos subterráneos y elevados, con aproximadamente 400 arcos de ladrillo que transportaban alrededor de 5.000 metros cúbicos de agua potable al día.
Vestigios de una obra monumental
Hoy en día, los restos de los Caños de Carmona son testimonio de la avanzada ingeniería romana y de la rica historia de Sevilla.
Estos vestigios nos invitan a reflexionar sobre la importancia del agua en el desarrollo de las civilizaciones y la necesidad de preservar nuestro patrimonio histórico.
La próxima vez que pasees por Sevilla, busca estos fragmentos del pasado y contempla la magnitud de una obra que, durante siglos, fue vital para la vida de la ciudad.