10 consejos para disfrutar de la Feria de Abril como un auténtico sevillano
Sevilla tiene muchas cosas que solo tiene Sevilla. Y durante la Feria de Abril, el color, la alegría, la moda y el buen vivir brillan con una luz especial. El barrio de Los Remedios se convierte en un microcosmos donde la ciudad despliega su encanto. Para vivir esta semana como un auténtico sevillano, compartimos las siguientes recomendaciones:
1. La Feria es sinónimo de luz
Hay dos momentos clave que indican el comienzo y el final de esta fiesta. La primera noche, tras la tradicional cena del ‘pescaíto’, Sevilla vive su ‘Alumbrao’. Más de 200.000 bombillas LED iluminan la portada y el Real en una demostración única.
El segundo momento importante, por ser el cierre de esta semana, son “los fuegos”, el impresionante espectáculo pirotécnico que ilumina el cielo de Sevilla la noche de la clausura.
TIP: Para aprovechar el último instante de la Feria, es posible ver los fuegos en el Muelle de las Delicias, donde se puede disfrutar de una visión de conjunto. Para los que prefieren no cruzar el río esa noche, el Puente de Triana y sus alrededores serán sitios clave para ver los fuegos artificiales.
2. Aquí siempre eres bienvenido
Las casetas se convierten en el hogar de los sevillanos durante esta semana. Muchas de ellas son privadas, pero otras son públicas y puede ir todo aquel que quiera disfrutar de la Feria. Entre las abiertas al público se encuentra la Caseta de Sevilla, ubicada en Pascual Márquez, 225.
En las casetas públicas repartidas por toda la Feria, se puede disfrutar del buen ambiente y el atractivo de esta festividad. Es posible verlas en este mapa con sus localizaciones y consultar estas direcciones y otras claves en los Puntos de Información Turística.
3. El Real se disfruta a todas horas
La Feria de Sevilla tiene sus tiempos: Existe la Feria de día y la Feria de noche.
Por la mañana, la jornada comienza a mediodía para almorzar en las casetas y disfrutar del colorido y de un espectáculo único en el mundo, el paseo de caballos. Y a las 8, cuando los carruajes y los caballistas y amazonas se recogen al terminar su horario, el Real se transforma para vivir el recinto iluminado. De noche, se puede descubrir el lado más lúdico y festivo de la Feria y disfrutar del flamenco y el ambiente hasta bien entrada la madrugada del día siguiente.
4. Viajar en transporte público es de flamencas
Lo mejor para llegar a la Feria de Abril sin complicarte demasiado es optar por el transporte público. No solo porque es la forma más cómoda de llegar hasta la Portada y los accesos principales, sino porque además se puede convertir en una auténtica experiencia. Por río, en bus y hasta en bicicleta, la forma más flamenca de ir a la Feria es hacerlo de forma sostenible.
5. Sí, tenemos nuestro propio dress code
Lo habitual es ver a los hombres vestidos de chaqueta y a las mujeres con traje de flamenca. La indumentaria feriante no renuncia al glamour ni a la moda. Para acudir a la feria, lo mejor es optar por un outfit elegante. Los flecos y los volantes, los estampados o los complementos llamativos serán aliados de los conjuntos feriantes. No obstante, es importante recordar que las sevillanas solo se ponen la flor en la cabeza solo cuando van vestidas de flamenca.
En cuanto al calzado, siempre se recomienda recurrir a un zapato cómodo que permita bailar y disfrutar hasta el amanecer y que pueda limpiarse sin problemas. Todo el recinto ferial está cubierto de albero, una tierra de color dorado que también se extiende por los parques y plazas de toros, pero que mancha de forma visible.
6. Nuestra particular divisa
Ahora que los pagos son cada vez más contactless, también resulta útil ir a la Feria con dinero en efectivo. Además de ser una forma muy útil de controlar tus gastos, puede ser necesario para comprar vales por consumición. El uso de este tipo de vales es bastante común en las casetas y sus condiciones de uso dependerán de las normas de cada una.
7. El rebujito parece agua, pero no lo es
La tradicional bebida es una mezcla de manzanilla o fino con refrescos de lima-limón con gas. Es extremadamente popular en la Feria, pero, precisamente por lo fácilmente que se consume y las altas temperaturas de esta época del año, puedes tomar más de lo que tenías pensado. ¡Es bueno tenerlo en cuenta!
TIP: Puedes combinar el rebujito con la gastronomía de Feria para compensar sus efectos. Montaditos, pescaíto frito, jamón, gambas… Y, por supuesto, churros y buñuelos al acabar de noche (o de día).
8. La Feria también tiene su infierno
Si la Feria es un microcosmos, la zona de atracciones es ya un universo aparte. La Calle del Infierno, como le llaman los sevillanos, está a rebosar de atracciones o ‘cacharritos’, como si de un parque temático se tratara.
El constante ajetreo de niños y jóvenes, las luces de cada atracción y el volumen a causa de la música lo convierten en una práctica solo para los más atrevidos. Para los más sensibles, este espacio cuenta con 3 jornadas de 4 horas ‘Sin ruido’ para que todo el mundo pueda aprovechar esta experiencia.
9. Aquí nadie se puede quedar sentado
Como no puede ser de otra manera, en la feria de Sevilla el baile por excelencia son las sevillanas. En todas las casetas del Real suena esta música tan propia de la ciudad. Su coreografía no es verdaderamente muy complicada, pero es necesario un poco de preparación para dominar los pasos más básicos.
En redes sociales se hacen muy populares los videos didácticos sobre las sevillanas. Es una buena manera de ensayar en casa para no quedarse sentada cuando suene “Ya Huele a Feria”. Puedes practicar con la Playlist de Pasión por la Feria.
10. Es hora de cambiar el fondo de pantalla
Durante las horas más concurridas, el Real puede albergar a miles de personas que normalmente están escribiendo mensajes y llamando a sus amigos, lo que dificulta el acceso a internet y a la cobertura.
Por este motivo, conocer bien la feria resulta indispensable para no perderse. No obstante, la opción más sencilla es descargarse un mapa de la feria. Si quieres integrarte como un sevillano más, ponlo de fondo de pantalla para tenerlo siempre presente.
Con todos estos consejos, desenvolverse en el Real como un auténtico sevillano se hace más sencillo. ¡A bailar y a cantar!