VIVE SEVILLA / Gastronomía

La noche para soñar

El centro de Sevilla, con todos sus rincones y plazas que parecen haber salido por arte de magia, imprimirá a tus noches de diversión un encanto muy especial. Porque Sevilla te recuerda que la noche es el momento en el que soñamos.

Un laberinto con puertas a la diversión

El caprichoso entramado de calles del casco histórico de Sevilla confiere a los significados de la noche un cierto aire de irrealidad. Supón que has paseado por estas calles de día y llegada la noche decides tomarte algo. Y de repente, de la nada, aparece una puerta de un bar de copas que se abre.

Puede ser que te preguntes: «pero dónde estaba este bar», «de dónde ha salido aquella discoteca». Sí, el mayor casco histórico de España también está lleno de rincones sorprendentes para tu ocio y diversión.

Embrujo en Santa Cruz

Hay tablaos por Sevilla donde disfrutar del flamenco en toda su plenitud. Pero este código vital está marcado también en el ADN de la Sevilla noctámbula, de manera que podrás vivir la fiesta con alma flamenca en recónditos lugares de Santa Cruz.

Historias por vivir y compartir

¿Buscas propuestas sofisticadas? En la zona de la Plaza Nueva hay elegantes opciones con buen ambiente ya desde por la tarde.

También existen diferentes espacios en los que disfrutarás de unas increíbles vistas de la ciudad tanto de día como de noche. Muchas terrazas de hoteles se han adaptado a esta combinación perfecta de ocio y skyline histórico.

¿Y estilos más alternativos? En la Alfalfa también tenemos multitud de pequeños bares de copas en los que podremos disfrutar de todo tipo de opciones: desde flamenco hasta música electrónica. Ambientado con multitud de estudiantes de otros páises que tienen ganas de disfrutar de la noche sevillana.

Para tener en cuenta

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El casco antiguo de Sevilla es el mayor de España y el tercero de Europa.

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Si te pierdes por sus calles, no te preocupes, pregunta a la gente: nos encanta ayudar.

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De noche el centro de Sevilla tiene una atmósfera onírica muy especial, ¡vívela… y pellízcate si es necesario!