Sevilla + El Rocío: la pasión que une dos mundos

Carretas, caballos, flamencas… La arena y el polvo de Doñana se levantan ante la marcha de las hermandades que peregrinan al Rocío. Una romería mágica, única, que llena de fervor y devoción a miles de peregrinos cada año. “¡Que todo el mundo sea rociero!” Así lo dijo San Juan Pablo II cuando visitó la aldea del Rocío, donde se celebra esta fiesta con siglos de historia. Y es que, aunque Sevilla y el Rocío están separadas por casi 80 kilómetros eso no impide que muchos sevillanos se lancen al camino para ver a la Virgen.

Una tradición con siglos de historia

La romería del Rocío, una de las más famosas a nivel mundial, tiene un origen muy peculiar que se remonta a varios siglos. Existen numerosas leyendas que hablan sobre sus orígenes, pero una de las más conocidas cuenta que un cazador encontró una imagen de la Virgen en un tronco de árbol en La Rocina. La noticia se extendió rápidamente por los pueblos vecinos, quienes ambicionaron guardar la preciada talla de la Virgen. Para resolver la disputa, se llevó a cabo una prueba de fuerza con dos bueyes, en la que ambos tiraban, cada uno hacia un lado, para ver quién se quedaba la imagen. Sorprendentemente, ambos mostraron la misma resistencia, por lo que se instauró allí el lugar de peregrinación.

Hoy en día, más de 100 hermandades peregrinan al Rocío cada año en una celebración que combina devoción religiosa y alegría festiva. Esta romería, llena de vida, se celebra el fin de semana del Domingo de Pentecostés, 50 días después del Domingo de Resurrección.  Son 4 los caminos principales que llegan al Rocío: el Camino de Moguer, el Camino de Cádiz, el Camino de Sevilla y el Camino del Condado. Estos cuatro caminos muestran, además, los cuatro ambientes y climas más representativos de estas zonas de Andalucía: el secarral, el arenoso, el pantanoso y las zonas de viñas y olivos. Las hermandades de la ciudad se decantan por el camino homónimo, el Camino de Sevilla.

El vínculo entre El Rocío y Sevilla

Se acaba la Semana Santa, termina la Feria… pero la Primavera sevillana aún no ha terminado. Y es que, el Rocío en Sevilla se vive como una festividad muy ansiada y esperada. Ya sea a pie o a caballo, desde Sevilla parten cinco Hermandades, y son muchos los sevillanos que se decantan por cruzar Doñana para ir a ver a la Blanca Paloma. Cada una encabezada por su Simpecado, que es portado por un carro de bueyes. 

La vinculación de Sevilla con el Rocío se hace visible en distintos espacios de la ciudad, podemos encontrar varios lugares que rinden homenaje a la Virgen, como la barriada de El Rocío o la propia sede de la Hermandad del Rocío de Sevilla. Una curiosidad interesante es que existen varias misas especiales dedicadas a la Virgen del Rocío en Sevilla. Por ejemplo, la misa oficiada por la Hermandad de la Divina Enfermera en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, o la celebrada en Villamanrique, a la que asiste la hermandad rociera de Sevilla. La relación entre Sevilla y el Rocío también se materializa en la cultura popular, un claro ejemplo es la canción ‘Cariño Trianero’ de Carmen Sevilla que relata un romance que se cuece en el camino y cómo llega a su fin. Esta es solo una muestra de cómo el ‘crush’ entre Sevilla y el Rocío pervive desde hace siglos y se transforma con el paso del tiempo, permaneciendo siempre vivo.